De
la especialización se ha pasado a la súper especialización. Existen decenas de
miles de especialidades en las diferentes ramas del saber y de la actividad
humana. El desarrollo complejo de la sociedad y el vasto campo del conocimiento
han propiciado la aparición de profesionales que se dedican a sectores muy
específicos, como es el caso de la especialidad del derecho de los animales.
En principio parecería claro
que esta novísima rama del derecho se dedica a las leyes que afectan a los
animales. Y efectivamente es así. Un especialista en derecho de los animales
tiene que conocer todas aquellas disposiciones legales que tienen que ver con
estos. Hay normas de carácter administrativo, como las ordenanzas municipales
que regulan la inserción de las mascotas en la sociedad urbana o las leyes que
regulan la prevención de epidemias. Nos encontramos con normas penales que
tipifican el delito de maltrato. Y en lo civil encontramos disposiciones que
por lo general tienen que ver con el comercio de los animales.
Pero la cosa no queda ahí. Los
especialistas en derecho de los animales también nos dedicamos a asesorar a los
seres humanos en sus relaciones con los animales. A veces, se confunde al
profesional jurídico que se dedica a esta especialidad con un proteccionista, y
así se ha acuñado el término “abogado animalista” para referirse a aquel
jurista que se dedica a la protección de los animales. Naturalmente, un
especialista en derecho animal llega a esta rama motivado por su amor por los
animales y es poco frecuente hallar a uno que no los ame ni respete.
No obstante, el derecho animal
regula principalmente las relaciones entre animales y humanos, por lo que
tenemos que conocer y proteger –cuando así sea necesario- los intereses de los
humanos hacia o frente a los animales. Cuando un ciudadano sufre el ataque de
un perro o cualquier otra mascota que pueda circular por la ciudad, debe acudir
a un especialista en derecho animal. Éste le asesorará mejor que cualquier otro
abogado sobre la manera de tramitar la indemnización correspondiente. Cuando
una empresa se dedica a un sector relacionado con los animales, por ejemplo, a
la alimentación cárnica, debe asesorarse por un especialista en derecho animal
para evitar incurrir en alguna infracción administrativa. Los animales
destinados al consumo humano deben pasar por una serie de controles
veterinarios muy rigurosos, deben ser transportados según unas normas muy
definidas y ser alimentados con sumo cuidado para evitar enfermedades.
Las asociaciones de protección
animal deberían contar con el asesoramiento de un especialista. También a ellas
les podemos ser muy útiles, tanto en temas administrativos, como penales.
¡Cuántas denuncias contra maltrato animal quedan en nada por no solicitar en
debida forma las diligencias oportunas para esclarecer la verdad! ¡Cuántos
proyectos frustrados por no obtener las licencias municipales! ¡Cuánto esfuerzo
baldío por desconocer la ley! Los especialistas en derecho animal estamos a su
servicio para hacer más efectiva la protección a los animales.
Para un profesional del derecho
no hay buenos ni malos. Lo que hay son problemas que deben resolverse según lo
que dicta la ley. Pero debemos ejercer nuestra labor con estricta sujeción a la
ética profesional. Podemos asesorar a una empresa que comercia con animales
para que lo haga cumpliendo con todas las garantías y podemos asesorar a las
protectoras de animales para que consigan sus objetivos. No puede ser de otro
modo porque no servimos a quien nos paga, servimos a la ley.
Buenas tardes. Alguna sugerencia para un abogado egresado que quiera especializarse en el tema? Saludos!
ResponderEliminarRealizar el Máster en Derecho Animal y Sociedad de la Universidad Autónoma de Barcelona. Ver web: derechoAnimal. Saludos!
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